viernes, 23 de septiembre de 2011

Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Un olor,una palabra fuera de lugar,un sonido,una canción,una calle,un banco,una terraza,un portal y todo se convierte en un recuerdo para ella. Ya casi no la entristece,o eso cree. Ya no piensa en el constantemente,pero una vez al día una leve brisa marina la transporta a ese mundo de sueños que solían visitar juntos. Aún recuerda con añoro las tardes y las noches bañadas por ese mar lleno de ilusiones, la arena de su piel que molestaba al igual que les hacia caer en estado de placer indescriptible. 
Sin más saca una cajetilla de tabaco,la lluvia moja su pelo ,no le importa.Busca un mechero en su bolso, desordenado igual que su vida .Lo enciende. Le da una calada y deja que el humo se deslice suavemente por su garganta.Piensa en que rápido cambian las cosas y se pregunta por qué,porque le pasa eso a ella,no había hecho nada malo,solo quererle. Quizás el siempre estuvo ahí y debía haberse esforzado más en ello. Comienza a caminar sola,no sabe a donde va,sola sabe que desearía estar lejos,muy lejos,sola con sus pensamientos y una cajetilla de Malboro. Siempre había sido buena dando consejos e intentando que sus amigos estuvieran bien,pero nunca supo aplicárselo a ella,eso era el mayor de sus defectos. No le gustaba arriesgarse,ahora no estaba preparada para ello,no era el momento.¿pero y si nunca lo es? a veces le pasaba ese idea por la cabeza,le parecía estúpida y demasiado negativa para ella ,por eso intentaba que se fuera rápidamente.
De repente acelero el paso,no sabia por que ,sus pies comenzaron a tomar una dirección seguidos por latidos de su corazón. Pensaba que estaba ya cansada de vivir el momento,y no pensar en un futuro,un futuro era lo que necesitaba. Apagó el cigarrillo ,tiró la colilla y continuo su camino hacia ninguna parte. Cuando quiso darse cuenta estaba sola ,en la calle oscura en la que una tímida farola iluminaba la esquina y dejaba entrar un poco de claridad en la acera. Había coches aparcados,y no había ninguno circulando.La lluvia empapaba la calle y a ella. Se detuvo,mientras el agua mojaba su rosto. Estaba justo en frente de su portal. Mirándolo. Inmóvil. ¿por que había llegado ahí ? ¿por que había permitido que todo llegara tan lejos? Miro el timbre. Pensó en llamar. Pero se dio cuenta de que si él se había ido por su propio pie,no era justo obligarlo a volver. Por eso continuo su camino,buscando alguna señal que la llevara directamente ,sin transbordos a ninguna parte.